Por increíble que parezca, estoy frente a mi computador sólo para satisfacer un pedido especial de mi esposa e hijo, quienes siempre me piden que un día escribiera, y aquí estoy en ese intento de comenzar a hilvanar las ideas y reunirlas y por más esfuerzos que hago, no logro aun arrancar la historia que quisiera contar, son tantas experiencias que se almacenaron y tantas cosas que pasamos en estos años, que no se por cual comenzar, mas como es la primera vez que escribo creo que sería oportuno contarte de donde soy, donde trabajo y a donde voy.Yo soy peruano, Soy Pastor por la gracia de Dios y no por ningún merito personal, Desarrollo mi Ministerio en la ASOCIACION PLANALTO CENTRAL, de la IASD. Cuya sede administrativa está en la ciudad de Brasilia.
Brasilia es la Capital de la República del Brasil, está situada en el distrito federal, dentro del estado de Goiás, tiene una población de más de 2,500,000 de habitantes y ocupa el segundo lugar en la lista de las ciudades con el mayor índice per-cápita (PBI) del país; está ubicada a 1100 metros sobre el nivel del mar y fue inaugurada el 21 de abril de 1960 por el entonces presidente Juscelino Kubitschek de Oliveira. Brasilia fue construida específicamente para ser capital del país y planificada en los mínimos detalles.
La primera vez que visité Brasilia, quedé literalmente extasiado con la forma de un avión que tiene el Plano Piloto, formado por el eixo monumental que esta circundado por los principales órganos de Gobierno Federal y que en su gramado central son realizados diferentes eventos y concentraciones públicas, y por las dos inmensas alas norte y sur.
Siento profunda admiración por Oscar Niemeyer y por sus obras que realizó en esta ciudad, como la
1. La Plaza de los tres Poderes es un amplio espacio abierto entre los tres edificios monumentales que representan los tres poderes de la República: El Palacio Planalto, que es el Palacio de Gobierno (Ejecutivo), El Supremo Tribunal Federal, Palacio de Justicia (Judicial) y el Congreso Nacional (Legislativo), ya oí decir que esta plaza representa a la gran cabina de control del inmenso avión que es el diseño de esta ciudad
2. El Palácio de Itamarati, impresionante edifício que alberga al Ministério de Relaciones Exteriores de Brasil.
3. La Catedral Metropolitana de Brasilia, que no necesita ningún equipo de audio por el sistema cóncavo de sus paredes que permite que el sonido de las palabras sean oídas en toda la catedral con una nitidez extraordinaria, es oportuno recordar que desde su proyecto original estaba destinada a ser oficialmente un templo ecuménico
4. Panteón de la Patria y la Libertad Tancredo Neves, inspirado en los ideales de libertad y democracia y que está destinado aguardar los restos de los héroes del Brasil
Podría seguir mencionando muchos otros puntos turísticos como el Museo en memoria a Juscelino Kubitschek que abriga los restos mortales del otrora presidente de la República; o el Puente JK que es otra maravilla de la Arquitectura, mas creo que es suficiente para tener una idea de mi razón de quedar con “el queijo quedo” (la quijada caída), cuando llegué por primera vez a esta hermosa ciudad.
Siento un gran privilegio de vivir y desarrollar mi Ministerio en este lugar. Sin embargo reconozco que Brasilia es un “poquito” diferente a San Pablo, la ciudad donde nací. Mi ciudad no fue planificada antes de ser habitada, no tiene la cantidad de habitantes ni el poder económico que tiene Brasilia, no tiene la modernidad ni el orden, no es capital de Perú, está enclavada entre montañas, salí de ella cuando apenas tenía 12 años y nunca más volví, mas añoro volver un día y recorrer esa única calle principal de mi pueblo que unía la entrada y salida y las dos únicas plazas: la plaza de armas donde estaba mi casa y la plaza San Juan donde terminaba la ciudad, Busco en las marañas de mis recuerdos y me encuentro en aquella ciudad solitaria, tranquila, donde todos éramos una gran familia, todos nos conocíamos, brotan de mis recuerdos aquellas mañanas fresca, de aire helado y de olor a tierra removida para ser plantada, en mis recuerdos me encuentro corriendo muy de mañana a doña Corsina en busca de ese pan recién salido de horno y acompañado por el murmullo del riachuelo de agua fresca que me llevaba tras aquel olor de pan y tierra fresca que llevo en mis recuerdos. Cuanto no diera por volver un día a revivir esos momentos.
Es interesante volver a nuestro pasado y ver como aflora fácilmente los momentos vividos, mi pueblo no tenia calles asfaltadas, ni energía eléctrica, no tenia shoppings, y no llegaba la señal de TV, No sabíamos de la existencia de Nike, All Star, no vestíamos Cristhian Dior, Gucci ni Tommy Hilfiger, no jugábamos con Play Station y ni idea de la Computadora, mas nada era mejor que coger dos palos de escoba y convertirlos en “pura sangre” para correr por toda la inmensidad de la casa. En tiempos de lluvia lo mejor eran los Zancos, luego llegaba la “temporada” de las carretillas, (¿los materiales? Tres palos de escoba dos para los extremos y uno para hacer las divisiones, una rueda de cualquier triciclo malogrado era excelente). Vida simple, Vida Sana, Vida Feliz. Hasta que un día llegó a visitarnos la prima Betty, una adolecente (acostumbrada a la ciudad grande) que después de la primera tarde de caminar por la única calle de mi pueblo, y no habiendo nada más para conocer, dijo para mí: “Yo no sé cómo puedes vivir en este lugar tan triste y tan lejano de la civilización”, yo no podía creer lo que estaba oyendo, Para mi, San Pablo era mi gran ciudad, mi pueblo lindo, yo era feliz allí, no había nada comparable con el. Mas Betty me presentó un mundo diferente, me habló de muchas cosas que ni siquiera pensaba que existían, me hizo mirar la modernidad, Sin embargo vivimos algunos años más en aquel pueblito encaramado entre las montañas de mi país, hasta que un día tuvimos que salir por la salud de mi padre.
Nunca pensé llegar a Brasilia, siento un privilegio estar aquí y cada día agradezco a Dios por eso, mas esta no es la ciudad de mis sueños, ya el año pasado los ladrones entraron a mi casa y robaron todo.
Hace 31 años un Pequeño Grupo de miembros de la iglesia Adventista del Séptimo Día, me habló de otra ciudad, una ciudad cuyas calles serán de oro puro, donde Dios mismo "limpiará toda lágrima de los ojos de ellos; donde la muerte no será más, en aquel lugar no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas son pasadas"
Querido, yo no sé cuánto tiempo más estaremos en esta tierra, pero, estoy cansado de ver tanto dolor, tanta miseria y mi decisión es: ser ciudadano de esa nueva ciudad, y cada día camino con humildad y reconocimiento que Dios es mi creador, me someto a su voluntad y vivo un día por vez. Será que tu también tienes ese mismo sentir?, Será que como yo, estas cansado de tanta violencia? De tanto dolor? De tanta separación?, será que te diste cuenta que este mundo con todas sus bellezas no va más? Que todo el dinero del mundo no sirve para nada en el momento que tengamos que presentarnos ante el tribunal divino?, que todo tu esfuerzo humano no va a salvarte?.
Muy en breve, Un día estarás en aquella ciudad, sentado en la playa. El mar de la vida se extiende ante ti. Te emociona lo barato que es el Cielo. Los eventos finales no fueron nada comparados con la eternidad con Cristo, los ángeles y los redimidos. Nunca en esta tierra tuviste semejante libertad, semejante gozo, semejante satisfacción. Ya no mas días solitarios, dolores de corazón o vacío. Mientras miras a lo largo del agua, distingues una sombra, ves los pies que calzan sandalias con marcas de la crucifixión, y escuchas su dulce y tierna voz: “Vine a pasar un tiempo contigo” – dice Jesús mientras coloca su brazo alrededor de tu hombro y se sienta contigo. ¡Piensa en el gozo que tendrás en ese momento!. Solamente esta Jesús y tu, sólo los dos. Puedes hacerle todas las preguntas que quisieres. Mas El te dirá cuanto te amó, cuanto te ama y te darás cuenta como El estuvo a tu lado, como te ayudó en este momento que estabas pasando por dificultades, te dirá lo importante que Tú eres para El. Que habría muerto sólo por ti si todo el mundo lo hubiera rechazado. “Un poquito más y El que ha de venir Vendrá y no tardará”. Dios te bendiga, que tal si marcamos nuestro encuentro allá? Aceptas?,… Trato hecho, alla nos vemos!! Bendiciones!!
