Hola, hoy es viernes, y estoy terminando una de las semanas más difíciles que mi ministerio enfrentó este año, sólo para que tengas una idea, tratamos un caso de disciplina, muy complicado, ayer corrí para dar atención a un matrimonio de mi iglesia Central que asesinaron a su hijo de 29 años, pasé la noche con ellos, aquella madre lloraba desconsolada, y no es para menos, perdió el hijo que ella trajo al mundo, al hijo de sus entrañas, a aquel que acompañó desde su nacimiento hasta hace dos días cuando El los visitó al salir a este último viaje. Cuando llegué a la habitación en la que se encontraba se lanzo a mis brazos diciendo: ¨!Mi Pastor!, ¡mi pastor!, ¡mi hijo Pastor!, ¡mi vida acabó!¨, la escena era desgarradora, al lado de ella estaba el esposo y padre de aquel joven que fue asesinado. La vida nos prepara para que los hijos sepultemos a los padres, pero no que un padre sepulte a un hijo, nunca vi tanto dolor como esa noche, allí estaban los miembros de iglesia, los amigos, los vecinos, presentando sus condolencias y acompañando a la familia. Cuando estaba yendo a casa para descansar un poco, ya de madrugada, recibo otra llamada telefónica anunciando la muerte otro miembro de iglesia, que en sus mejores días fue pionero y líder de iglesia, dirigí mi carro a la casa de esa otra familia, el mismo cuadro, lleno de dolor y tristeza, más con la esperanza que un día cuando Cristo venga y a la final trompeta los muertos en Cristo resucitaran primero y esa familia tenga la oportunidad de encontrarse con su ser amado. Después de unos minutos, fui al Registro Civil acompañando a uno de mis ancianos de iglesia a registrar el nacimiento de su pequeño de apenas dos días de nacido, a las 14hrs, tuve la alegría de volver al Registro Civil, para ser testigo del matrimonio de una pareja que mañana se bautizan - ¿¡Cuantas cosas en un día verdad!? – mas espera un poco, el día no había terminado. A las 16hrs00, mucha gente, muchos familiares, muchos amigos llegaron a abarrotar los dos templos. Con la ayuda de otro colega realizamos los dos servicios fúnebres, mas aun faltaba ir a la reunión de evangelismo que estaba marcada para las 19hrs30 de esta noche,… Son las 23hrs00 y estoy de vuelta en casa, cansado, preguntando a Dios si atendí a todos los que necesitaron de mí, y diciendo a El que ahora yo necesito que pase su brazo tierno y poderoso por encima de mis hombros y me hable. Me acerco a la ventana y pienso en ti, no te conozco, puedes ser aquel que está pasando frente a mi casa conduciendo el último modelo de coches y con el equipo de sonido a todo volumen, o tal vez a esta hora estés bailando en alguna discoteca, entrando en algún motel a escondidas de la gente con ese que no es tu esposo o esa que no es tu esposa, pensando que la vida hay que gozarla. O quizás seas aquel que está tratando de apagar sus penas tras una botella de alcohol, o tirado en medio de la calle, rodeado por la penumbras de esta noche fría e inclemente, drogándote, prostituyéndote, te preguntas ¿por qué hago todo esto? Te sientes miserable, tu familia ya perdió las esperanzas en ti, tus hijos no te respetan más, tus amigos te abandonaron, te sientes sin valor, sientes que nadie se preocupa por ti, espera un poco ¿NADIE?, eso es mucha gente, lee lo que dice Isaias43:4 El señor nos dice a ti y a mi ¨Por que a mis ojos eres de gran estima, eres honorable, y yo te amo – Espera Pastor, No estoy entendiendo, ¡¿Qué cosa?! ¿Quién es el que está hablando? - me preguntas – y te respondo: Es Dios quien que nos está hablando y diciendo que tu y yo somos de gran estima, que somos honorables y que nos ama tanto que está dispuesto a dar un alto pago por tu rescate, es más, hace mas de 2000 años en la cruz del calvario El ya pagó el precio de ese rescate. Quiero que pienses en esta historia que te voy a contar.
Había una vez un hombre que contaba a uno de sus amigos que se sentía tan abatido, tan deprimido, que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación...todo parecía estar mal en su vida.
Aquel amigo espero que terminara de contarle sus tristezas y metió su mano en su cartera, sacó un billete de 50 dólares y le dijo: - quieres este billete?, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo: - Claro...son 50 dólares, quién no los querría?. Entonces aquel amigo tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo. Mostrando la estrujada pelotita verde volvió a preguntarle: - Y ahora igual lo quieres? - No sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 50 dólares, claro que los tomaré si me lo entregas. Entonces aquel amigo desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado. – preguntó: ¿Lo sigues queriendo? - Mira amigo, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 50 dólares y mientras no lo rompas conserva su valor...- Entonces, debes saber que aunque a veces algo no salga como tú quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee, SIGUES siendo tan valioso como siempre lo hayas sido...lo que debes preguntarte es CUANTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado.
Aquel hombre se quedó mirando a su amigo sin decir palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro. Ese amigo puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó: - Toma, guárdalo para que recuerdes de esto cuando te sientas mal... pero me debes un NUEVO billete de 50 dólares para poder usar con el próximo amigo que lo necesite!!
¿Cuántas veces dudamos de nuestro propio valor, de que realmente MERECEMOS MAS y que PODEMOS CONSEGUIRLO?
RECUERDA QUE JESÚS VINO A ESTE MUNDO PARA QUE TU Y YO TENGAMOS VIDA Y VIDA EN ABUNDANCIA, VIDA PLENA, Que Dios te bendiga, escríbeme, quiero conocerte.
